Encantadora vivienda en el corazón histórico de Málaga, ubicada en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, entre la calle Marqués de Larios y la Catedral, a escasos metros de ambas.
El inmueble forma parte de un edificio tradicional malagueño construido en 1890 y completamente renovado en 2006, que combina el encanto clásico con el confort actual. Se sitúa una calle tranquila vía peatonal que conserva el encanto con su pavimento original de piedra de canto rodado.
La finca destaca por su fachada con balcones y cierres típicos de la arquitectura local, así como por su elegante portón de entrada. En el interior se han mantenido detalles originales como las barandillas de forja y parte del suelo hidráulico antiguo, mientras que el ascensor de acero inoxidable aporta un toque moderno. Desde la terraza comunitaria en la azotea, los residentes pueden disfrutar de vistas espectaculares a la Catedral y al Castillo de Gibralfaro.
La vivienda se encuentra en la primera planta y ofrece una distribución funcional y luminosa: un amplio salón-comedor con cocina abierta totalmente equipada y salida a un balcón, un dormitorio espacioso con segundo balcón y gran armario empotrado, además de un baño moderno con ducha. En el distribuidor se encuentra otro armario empotrado, ambos revestidos interiormente en madera.
El interior destaca por sus techos altos con mas de 3 metros, la luminosidad natural y la cuidada combinación entre elementos originales y renovaciones recientes. Dispone de nuevas carpinterías de aluminio con doble acristalamiento acústico, mientras que los cierres interiores de madera y las barandillas venecianas originales aportan carácter y calidez.
Los suelos han sido renovados con láminas efecto roble, las paredes son lisas y los falsos techos de escayola. La vivienda cuenta con aire acondicionado frío/calor tanto en el salón como en el dormitorio.
A pocos pasos se encuentran una amplia oferta de comercios, restaurantes, museos y lugares de interés cultural.